Venezuela: Chavismo gana casi todo poder regional y legislativo

El régimen de Nicolás Maduro celebró como una “victoria divina” los resultados de las recientes elecciones legislativas y regionales en Venezuela, donde el oficialismo logró consolidar un dominio casi total sobre el aparato institucional.

Según datos del Consejo Nacional Electoral, el chavismo obtuvo el control de 23 de los 24 estados del país y se adjudicó 256 de los 285 escaños legislativos.

La participación ciudadana apenas alcanzó el 42 %, una cifra que refleja el amplio nivel de abstención en un proceso electoral marcado por la desconfianza y la polarización.

A pesar de este bajo número, el oficialismo se mostró triunfante, y el propio Maduro sostuvo que el resultado es una “oportunidad de Dios” y el inicio de una etapa de “autogobierno popular”.

Una oposición dividida

En contraste con la maquinaria electoral oficialista, la oposición venezolana se presentó de forma fragmentada y sin una hoja de ruta clara.

Solo 29 escaños fueron alcanzados por sectores opositores, siendo “Venezuela es la razón” uno de los pocos grupos que participó activamente.

Este grupo no dudó en responsabilizar a líderes como María Corina Machado y Edmundo González por la estrategia de abstención, la cual –según sostienen– terminó regalando espacios institucionales al chavismo.

La falta de una unidad política y de una propuesta coherente ha vuelto a debilitar a la oposición, que enfrenta una nueva etapa de replanteamiento.

Contexto electoral marcado por control institucional

La jornada electoral venezolana se desarrolló en un entorno de fuerte control estatal sobre las instituciones, con condiciones que han sido repetidamente cuestionadas por organismos internacionales.

Aun así, el Consejo Nacional Electoral proclamó la validez del proceso, y el chavismo no tardó en capitalizar los resultados como un triunfo político y simbólico.

El jefe de campaña oficialista y presidente del Legislativo, Jorge Rodríguez, subrayó que el 90 % de la Asamblea Nacional está conformada por el Polo Patriótico Simón Bolívar.

Este resultado fortalece al régimen en su estrategia de consolidación de poder frente a la falta de una alternativa sólida desde la oposición.

El chavismo ha logrado un control casi absoluto del poder legislativo y regional en Venezuela, con una oposición debilitada por la fragmentación y la falta de participación. La abstención, que alcanzó el 58 %, fue el rasgo más distintivo de estas elecciones, marcando un proceso donde la mayoría silenciosa se mantuvo al margen y el oficialismo aprovechó el vacío político para reafirmar su dominio.