Alejandro Sánchez Sánchez: ¿Por qué se le vincula con la casa de Sarratea y Pedro Castillo?
El ahora detenido empresario Alejandro Sánchez Sánchez es dueño de la casa Sarratea, donde el expresidente Pedro Castillo tuvo reuniones secretas con diversos personajes. El empresario está incluido en las investigaciones por organización criminal
En el distrito limeño de Breña, se ubica la famosa casa Sarratea de propiedad de Alejandro Segundo Sánchez Sánchez, empresario chotano y hombre de confianza del expresidente Pedro Castillo. Una vivienda de cuatro pisos que se convirtió, para muchos, en el despacho paralelo del exmandatario.
Pedro Castillo llegó a la casa de Sarratea en 2017. Le fue entregada por su amigo y paisano Alejandro Sánchez para usarla como refugio de los sindicalistas que participaban en la huelga magisterial. Para el 2021, durante la segunda vuelta electoral, Sarratea se convirtió en local de campaña.
Por ahí se vieron desfilar a los aliados políticos de entonces. Alejandro Sánchez Sánchez no solo entregó la casa de Sarratea, también pagó 5 mil soles por el alquiler de un local de campaña en el centro de Lima. El empresario quería ser parte del Gobierno.
"Y por qué no unirse a esta noble causa del profesor Castillo siendo mi vecino, mi paisano y ahora está con la voluntad de servicio de transformar el país porque no hacerlo", dijo el hoy encarcelado Sánchez Sánchez.
No tuvo un cargo en el Estado, pero trabajó de la mano de Pedro Castillo. Segundo Sánchez fue un invitado de honor de Pedro Castillo en la juramentación como presidente de la República. Además, fue parte de selecto grupo que acompañó al exmandatario a una gira presidencial en Estados Unidos. Y su casa, la casa de Sarratea, se convertía, entonces, en la oficina paralela del despacho presidencial.
Un paciente seguimiento de la Unidad de Investigación de América Televisión, en noviembre de 2022, reveló las reuniones nocturnas con ministros, congresistas, empresarios, lobistas y funcionarios del Estado. Todos acudían misteriosos a esta casa, donde ahora se sabe, se concertaron irregulares contratos y nombramientos de funcionarios, hechos que son investigados por el Ministerio Público.
Por ahí, se observó, por primera vez, a Pedro Castillo despojado del singular sombrero que lo caracterizaba. En la casa de Sarratea, las reuniones presidenciales se prolongaban hasta altas horas de la noche. Por aquí pasaron los investigados, Karelim López, los sobrinos de Pedro Castillo, Fray Vásquez y Gian Marco Gómez, los vehículos del Zamir Villaverde, el entonces ministro de Interior, Juan Carrasco y por supuesto Segundo Sánchez Sénchez, el dueño de la casa Sarratea.
Para enero de 2023, las investigaciones fiscales determinaron que “Existen indicios suficientes sobre la existencia de una organización criminal dirigida por el ex presidente Pedro Castillo, el cual ha instalado su centro de operaciones en el inmueble antes mencionado, con el objeto de instrumentalizar el poder en su beneficio y con ello defraudar al Estado”. Por eso, ordenaron el allanamiento y descerraje con decomiso de la famosa casa Sarratea.
La otrora casa de Sarratea, lugar de reuniones clandestinas del entonces presidente Pedro Castillo Terrones, es ahora un bien administrado por el Estado.