Ciudadanos chinos exportan de manera ilegal maca cultivada en Junín
Se hacen pasar como turistas y trasladan mercancia sin pagar impuestos.
En Junín, a 4 mil 105 metros de altura sobre el nivel del mar no es extraño encontrar a ciudadanos chinos. Decenas de hombres y mujeres que, con el cuento de las vacaciones por turismo, llegan desde el gigante asiático a las heladas pampas donde solo crece Ichu y Maca, para supervisar el secado y pesaje de la cosecha 2014 de nuestra preciada raíz, declarada en el 2004 como uno de los productos bandera del Perú.
El problema es que se la están llevando sin ser procesada, es decir de manera ilegal, principalmente por la frontera con Bolivia y sin que nadie los detenga.
La cadena productiva de la maca se ha roto en sólo 3 meses. Prácticamente toda la cosecha de este año está siendo comprada directamente a los agricultores por ciudadanos chinos que han elevado los precios por las nubes, aprovechando el descontento de los campesinos por los precios del mercado nacional. Esto ha ocasionado que la mayoría de contratos con las empresas peruanas, que procesan este alimento, hayan sido incumplidos. Nuestro producto peruano con infinitas propiedades para la salud, valorado en todo el mundo, está saliendo del Perú sin que nadie haga nada.
La tentación ha sido enorme para quienes trabajan directamente con la milagrosa Maca. De los nueve soles que pagaban por kilo los empresarios peruanos y los agricultores hoy reciben de los chinos casi cuatro veces el valor de su producto y eso, muchas veces sin pagar un sol de impuestos. En el caso de la maca negra, la más buscada, se ofrece hasta ocho veces el precio que tenía, unos 70 soles un lujo que se pueden dar los asiáticos, si consideramos que en su país venden la mercadería por unos 150 dólares el kilo.
Esto ha malogrado incluso los tratos que durante años se trabajaron para conseguir introducir la maca de forma legal a China. Gracias a las ventajas engañosas del trato ilegal, el mercado de la Maca está hecho un caos y los ciudadanos chinos que se pasean por Junín saben que no están haciendo las cosas bien.