Soto defiende el buffet del Congreso como asunto administrativo

El nuevo contrato de alimentación en el Congreso de la República ha generado críticas debido al costo elevado (un millón seiscientos mil soles) y el aumento de trabajadores para este servicio. 

En diálogo con Canal N, Wilson Soto, congresista de Acción Popular, defiende la postura de que no son los congresistas quienes piden el contrato, sino que es un tema administrativo que corresponde al oficial mayor y al departamento de logística del Congreso.

Él argumenta que el contrato de alimentación es necesario porque el servicio de comedor tiene que ser renovado debido a la finalización de la concesión actual.  

Además, resalta que los congresistas no reciben almuerzos gratuitos todos los días; cada uno paga su comida, excepto en el caso de los días de pleno. 

Sobre el costo del nuevo contrato y el aumento en el número de empleados, Soto niega que los congresistas estén favoreciendo este gasto.  

Rechaza la idea de que los parlamentarios se beneficien de manera indebida, aunque admite que el sistema de alimentación podría ser percibido como un privilegio inapropiado, dada la situación económica del país y las dificultades de muchos peruanos. 

Desaprobación del Congreso

En cuanto a la desaprobación del Congreso, que alcanza un 88% según una encuesta reciente, Soto justifica que los congresistas siguen trabajando en diversas iniciativas legislativas y no todos están desconectados de las necesidades del pueblo.  

Además, se menciona que hay discrepancias dentro del Congreso sobre la reforma de la detención preliminar, y aunque se están analizando propuestas, la votación para restituirla se hará en marzo.