Bukele impone disciplina en más de 5 mil colegios de El Salvador
La disciplina escolar en El Salvador incluye normas de saludo, lenguaje y apariencia personal para estudiantes

Este lunes comenzó el año escolar en El Salvador bajo un nuevo reglamento de disciplina diseñado por el gobierno de Nayib Bukele y aplicado por la nueva ministra de Educación, Karla Trigueros, oficial del Ejército. Las disposiciones alcanzan a más de 5 mil colegios públicos del país e introducen cambios en el comportamiento, el lenguaje y la presentación personal de los alumnos.
Las normas han generado debate, ya que el Ejecutivo sostiene que busca recuperar el orden en las aulas, mientras que sectores docentes critican que se trate de una militarización de la educación.
Nuevas normas de conducta en las aulas
Entre las principales disposiciones, los estudiantes deben ponerse de pie y guardar silencio al ingresar el docente, saludando antes de tomar asiento. También deberán incorporar expresiones de cortesía como “por favor” y “gracias”, establecidas como parte del reglamento básico de convivencia.
Estas reglas buscan, según el gobierno, cimentar una cultura de respeto y orden en las escuelas públicas, en línea con la política de disciplina impulsada por Bukele.
Exigencias sobre la apariencia personal
El reglamento también establece directrices sobre la presentación de los alumnos. Incluye la obligación de llevar el uniforme completo, mantener un corte de cabello regulado y evitar el uso de accesorios considerados inadecuados. Estas medidas apuntan a la uniformidad dentro de las instituciones educativas.
Debate entre gobierno y gremios docentes
El Ejecutivo defiende la normativa como un esfuerzo para restablecer el orden en el sistema escolar. Por su parte, los gremios docentes han manifestado que las disposiciones se concentran en la apariencia y la disciplina externa, dejando en segundo plano la calidad de los contenidos académicos.
La ministra Karla Trigueros señaló que este reglamento se consolidará como base del sistema educativo y adelantó que, en una segunda etapa, las reglas podrían extenderse también a los colegios privados.