“Prefiero que me llamen dictador” dice Bukele en su discurso
El presidente salvadoreño defendió su estilo autoritario para frenar la violencia, en un discurso que reafirmó su política de mano dura.

Durante un discurso con motivo del primer año de su segundo mandato presidencial, Nayib Bukele rechazó los cuestionamientos por su estilo de gobierno y reiteró su estrategia de mano dura.
Afirmó que prefiere ser llamado “dictador” si eso significa que los salvadoreños pueden vivir en paz.
El mandatario de El Salvador arremetió contra medios internacionales y organismos de derechos humanos que han criticado su gestión, especialmente por la detención de activistas y la persecución a organizaciones no gubernamentales.
Respaldo a políticas migratorias de Trump
En su intervención, Bukele acusó a varias ONGs de colaborar con pandilleros y de hacer activismo político disfrazado de labor humanitaria.
En ese marco, justificó las medidas adoptadas contra estas organizaciones, las cuales, según su gobierno, habrían obstruido los avances en seguridad.
También reafirmó su apoyo a las políticas migratorias del expresidente estadounidense Donald Trump, señalando que esta alianza ha beneficiado a El Salvador en la gestión de flujos migratorios y seguridad fronteriza.
Popularidad y controversia
Bukele, quien asumió el poder en 2019 y fue reelecto en 2024, continúa gozando de una altísima popularidad gracias a la reducción de los índices de violencia.
No obstante, su administración ha sido duramente cuestionada por el debilitamiento de instituciones democráticas, el arresto de defensores de derechos humanos y la concentración del poder.
El mandatario ha desestimado estas críticas, insistiendo en que su prioridad es la paz y el orden.
“Desde los panfletos, los medios y los organismos internacionales nos critican, pero hemos hecho lo que hemos querido y lo que hemos podido”, declaró durante su discurso.
Tensión entre seguridad y derechos humanos
El caso salvadoreño continúa generando debate en la región sobre los límites entre garantizar la seguridad ciudadana y preservar los derechos fundamentales.
Mientras la población respalda mayoritariamente la estrategia de Bukele, sectores nacionales e internacionales mantienen su preocupación por la deriva autoritaria de su gobierno.
En este contexto, la figura de Nayib Bukele se consolida como una de las más influyentes y polarizantes de América Latina.