Extorsionan a karateca Alexandra Grande con armas en video
Los “Injertos del Cono Norte” enviaron un video armado con amenazas y exigencias económicas a la destacada deportista. Ella denunció el caso ante la Dirincri.

La reconocida karateca peruana Alexandra Grande, bicampeona panamericana y una de las principales exponentes del karate nacional, denunció haber sido víctima de un intento de extorsión a través de videos y mensajes enviados por WhatsApp. En estos materiales, un grupo que se identificó como “Los Injertos del Cono Norte” le exige S/300 000 bajo amenazas de muerte contra ella y su familia.
Los delincuentes enviaron un video con municiones y armas de fuego, en el que también aparece el nombre completo de la deportista. El mensaje contiene amenazas explícitas e intimidaciones que buscan forzarla a entregar el dinero para “seguir haciendo su vida con normalidad”.
Las amenazas llegaron desde un número extranjero
La deportista relató que el sábado pasado recibió el primer mensaje, acompañado de un video intimidante. En sus declaraciones, Grande expresó su desconcierto: “Recibí un mensaje de extorsión pidiéndome un gran dinero. Si no lo daba, me mataban a mí y a mi familia”.

En el video, los extorsionadores afirman saber todos los detalles sobre su vida, su ubicación y presuntos negocios personales, los cuales no existen en la realidad. El mensaje advierte que “no conocen los límites” y que, de no recibir una respuesta favorable, “derramarán sangre inocente”.
Grande señaló que no tiene idea de por qué fue elegida como blanco y expresó su incredulidad frente al monto solicitado: “No sé de dónde quieren que consiga ese dinero, si yo literalmente soy deportista”.
Se formalizó denuncia ante la Dirincri
Acompañada de su abogado, Dante Castro, la karateca acudió este lunes a la sede de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) en la avenida España, para presentar la denuncia formal.
El abogado explicó que el número desde donde provino la extorsión sería una línea telefónica de Colombia, lo cual ya fue puesto en conocimiento de las autoridades competentes.

“Nos deja sorprendidos porque Alexandra no tiene empresa, no tiene negocio, no tiene nada. Se dedica a practicar el deporte y el IPD le paga un sueldo por estar entre los deportistas calificados que representan al país”, explicó Castro.
Un caso que expone vulnerabilidad de los deportistas
El intento de extorsión ha generado preocupación en el entorno deportivo y social, debido a que se trata de una figura pública que ha representado al país en competencias internacionales, pero cuya actividad profesional no está vinculada a negocios o actividades económicas de gran volumen.
Alexandra Grande es una deportista del Programa de Apoyo al Deportista (PAD) del IPD, y ha ganado medallas de oro en competencias panamericanas y mundiales. Su caso pone de relieve la inseguridad creciente que enfrentan incluso ciudadanos sin mayor exposición comercial, víctimas de mafias que buscan intimidar mediante la manipulación de información personal.
Se activan medidas de protección
El abogado informó que ya se han tomado acciones para proteger tanto a Alexandra como a su entorno familiar. Aunque no se detallaron públicamente las medidas por razones de seguridad, la Dirincri está evaluando el grado de riesgo y las posibles líneas de investigación.
Este tipo de extorsión, a través de mensajes con material violento o intimidante, ha sido reportado por otros ciudadanos en los últimos meses, por lo que las autoridades sospechan que se trata de redes transnacionales que utilizan chips extranjeros para dificultar el rastreo.

El caso de Grande se suma a una lista creciente de víctimas que reciben mensajes bajo la modalidad de “extorsión por WhatsApp”, en la que los delincuentes utilizan nombres conocidos, videos armados y lenguaje amenazante para generar terror.
La karateca exige justicia y seguridad
Aunque afectada, Alexandra Grande dejó claro que no permitirá que la amedrenten y solicitó el respaldo de las autoridades para garantizar su integridad y la de su familia. Su denuncia, además, busca alertar a otros ciudadanos sobre el peligro de esta modalidad criminal.
“No voy a quedarme callada. Esto no puede seguir. Yo no tengo nada que esconder y solo quiero vivir tranquila”, señaló la deportista.