Carlos Herrera: minería ilegal mueve US$12 mil millones en Pataz

El exministro de Energía y Minas, Carlos Herrera Descalzi, denunció en Cuentas Claras de Canal N que la minería ilegal en Perú estaría generando entre 7 mil y hasta 12 mil millones de dólares anuales, sin que el Estado controle su flujo.

“¿Cómo pueden pasar camiones con toneladas de mineral sin ser vistos? Eso es corrupción o complicidad”, cuestionó.

Herrera subrayó que el proceso de conversión de toneladas de mineral a gramos de oro se realiza en plantas que tampoco están fiscalizadas. Afirmó que el Estado debería controlar ese tránsito masivo, en lugar de centrarse solo en el producto final.

Un Congreso con aliados 

El exministro señaló que partidos políticos como Alianza para el Progreso tienen cientos de afiliados inscritos en el Reinfo, lo cual explicaría por qué el Congreso aprueba normas que impiden interdicciones o favorecen a los mineros ilegales.

“Es una infiltración estructural que ya controla gobiernos regionales y municipales”, advirtió.

Herrera seguró que estas redes de poder han convertido al Congreso en un escudo político para las mafias del oro ilegal.

El Reinfo: de herramienta a pretexto 

Creado para formalizar a pequeños productores, el Reinfo se ha convertido en un instrumento que respalda operaciones ilegales. El exministro Herrera indicó que este sistema, lejos de ser una solución, hoy es utilizado como excusa para evitar fiscalizaciones reales.

“La supervisión podría ser digital desde hace años, pero no se quiere hacer porque no hay voluntad”, explicó.

Una estrategia ausente ante el crimen en Pataz

Tras el asesinato de 13 trabajadores en Pataz, el gobierno ordenó detener la minería formal por un mes, pero no tomó acciones reales contra la ilegalidad. Herrera criticó la falta de planificación e inteligencia en la respuesta.

“Los ilegales no se detienen, solo la minería formal acata. Eso debilita aún más al Estado”, dijo.

Una economía regional que depende de la informalidad

En zonas como Pataz, según Herrera, la economía local depende casi totalmente de la minería informal.

Los pequeños mineros consumen en restaurantes, hospedajes y comercios locales, manteniendo viva la cadena económica.

En contraste, algunas empresas formales operan como enclaves, sin conexión con la economía local ni beneficios para la comunidad.

Crimen organizado: la nueva cara de la minería ilegal

El exministro advirtió que el crecimiento de la minería ilegal ha atraído a organizaciones criminales, que operan con violencia extrema.

“Lo ocurrido en Pataz o Caravelí no es nuevo, pero ahora se ejecutan asesinatos como nunca antes”, declaró.

Este nivel de violencia, sostuvo, muestra que la minería ilegal ha dejado de ser solo un problema económico para convertirse en una amenaza de seguridad nacional.