Molinelli: Wasi Mikuna ha sido un “maquillaje de emergencia"

Molinelli propuso la creación de un ente autónomo de control alimentario, con participación de profesionales especializados y herramientas tecnológicas como códigos QR para garantizar la trazabilidad desde la producción hasta la entrega del alimento al escolar
Fiorella Molinelli criticó el manejo actual del programa alimentario escolar del MIDIS, hoy llamado Wasi Mikuna, señalando que el cambio de nombre desde Qali Warma ha sido solo un “maquillaje de emergencia” sin una solución de fondo.
En diálogo con Canal N, la exministra de Desarrollo e Inclusión Social denunció la pérdida total de control en tres aspectos clave del programa: trazabilidad, control ciudadano y enfoque nutricional.
Molinelli afirmó que proveedores sin responsabilidad directa sobre la producción de los alimentos han ingresado al sistema, comprando productos a terceros, reetiquetándolos y almacenándolos sin garantías sanitarias reales.
Esto ha generado intoxicaciones masivas en escolares, como la ocurrida recientemente en Chulucanas, pese a que ya existían denuncias previas contra la empresa proveedora Carson, incluso con hasta cuatro sanciones anteriores.
Además, señaló que la presidenta Dina Boluarte, en su calidad de exministra del MIDIS, también es responsable política del deterioro del programa, ya que muchos funcionarios de su entorno han continuado en la gestión del sector.
También criticó que se haya reducido drásticamente el presupuesto de supervisión del programa, pasando de más de 50 millones a solo 2 millones de soles.
Propone un ente autónomo
Molinelli propuso la creación de un ente autónomo de control alimentario, con participación de profesionales especializados y herramientas tecnológicas como códigos QR para garantizar la trazabilidad desde la producción hasta la entrega del alimento al escolar.
Criticó la falta de respuestas claras de la actual ministra de Desarrollo e Inclusión Social y denunció que se están dando “manotazos de ahogado” en lugar de soluciones reales.
Finalmente, advirtió que esta crisis alimentaria en los colegios ya no es solo un problema de gestión, sino una práctica criminal que pone en riesgo la vida de millones de niños vulnerables.