Golpes y amenazas en el Senado mexicano entre Noroña y Moreno

El Senado de México vivió una escena violenta entre Gerardo Fernández Noroña y Alejandro Moreno, con empujones, golpes y amenazas.
El Senado de México fue escenario de un violento altercado entre el presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña, y el dirigente del PRI, Alejandro “Alito” Moreno, al término de la sesión de la Comisión Permanente de este miércoles. El enfrentamiento incluyó empujones, golpes y amenazas, en un episodio inusual en la vida parlamentaria del país.
La confrontación comenzó cuando Moreno reclamó a Fernández Noroña por no haberle otorgado el uso de la palabra. Según lo observado en el recinto, el priista lo tomó del hombro y lo jaloneó, mientras le exigía ser escuchado. El presidente del Senado respondió con la frase: “¡No me toques!”, pero el reclamo rápidamente derivó en forcejeos.
Un enfrentamiento con golpes en plena sesión
La escena ocurrió mientras se entonaba el Himno Nacional para dar por concluida la jornada legislativa. Tras el intercambio verbal, Moreno continuó empujando al presidente del Senado, quien retrocedía para esquivar las agresiones. En medio del tumulto, un camarógrafo resultó golpeado y varios legisladores intentaron separar a los protagonistas.
Incluso se registró la participación de otros parlamentarios, como el priista Carlos Mancilla, quien alcanzó a golpear a Fernández Noroña en medio del forcejeo. Las imágenes mostraron cómo senadoras y asistentes gritaban pidiendo que cesara la violencia, sin lograr calmar de inmediato los ánimos.
Acusaciones de amenazas en el pleno
Posteriormente, en conferencia de prensa, Fernández Noroña aseguró que durante el enfrentamiento recibió amenazas de muerte por parte de Moreno. Según su testimonio, el priista le dijo: “Te voy a partir la madre, te voy a matar”, mientras lo empujaba y golpeaba. El presidente del Senado calificó el incidente como una agresión personal y un hecho que desbordó los límites del debate político.
Por su parte, Moreno no ha emitido aún un pronunciamiento formal sobre las acusaciones, aunque fuentes cercanas al PRI señalaron que el reclamo se originó en lo que consideraron una decisión arbitraria de la mesa directiva.
Un episodio sin precedentes recientes
Este enfrentamiento físico se suma a la lista de tensos intercambios verbales en el Congreso mexicano, pero marca un hito por la gravedad de la violencia mostrada públicamente. La jornada que debía concluir con normalidad terminó empañada por la riña, cuyas consecuencias políticas aún están por definirse.
El incidente refleja el nivel de polarización y crispación política dentro del Senado, donde los desacuerdos parlamentarios se transformaron en una confrontación física que sorprendió a legisladores, medios de comunicación y ciudadanos.