Arévalo: Petro pretende desconocer límite fijado hace un siglo

El catedrático Gustavo Arévalo sostuvo que el Tratado Salomón Lozano definió de forma irrevocable que la Isla Chinería pertenece al Perú
El catedrático de derecho internacional de la Universidad de Lima, Gustavo Arévalo, respaldó la respuesta de la presidenta Dina Boluarte a Gustavo Petro, asegurando que el Perú no tiene conflictos pendientes con Colombia respecto a la Isla Chinería, ubicada en Santa Rosa, Loreto.
En diálogo con Canal N, Arévalo precisó que el Tratado Salomón Lozano de 1922 definió de manera “definitiva e irrevocable” la frontera entre ambos países y que la isla fue asignada formalmente al Perú por la Comisión Mixta Demarcatoria en 1930.
El tratado y su alcance jurídico
Según Arévalo, el tratado estableció que los límites no pueden modificarse aunque el cauce del río Amazonas cambie. La Isla Chinería, incluso con variaciones naturales en su forma, sigue bajo soberanía peruana.
El especialista calificó como “falsas” las afirmaciones de Petro sobre una supuesta posibilidad de recalcular la frontera. También aclaró que el Acuerdo de Río de 1934 ratificó la línea limítrofe pactada, sin dar margen a modificaciones.
Cambios naturales en la zona
La morfología de la triple frontera ha cambiado por la dinámica del río Amazonas, generando confusión sobre la isla. Sin embargo, Arévalo indicó que incluso si se forman nuevas islas o se unen a otras, esto no altera la frontera establecida.
Explicó que la Isla Chinería se ha fragmentado y parte de ella se conoce erróneamente como “Isla Santa Rosa”, aunque jurídicamente es la misma y sigue dentro del territorio peruano.
Arévalo consideró que la postura de Petro podría responder a un intento de reforzar su popularidad interna mediante un discurso nacionalista. Recordó que Leticia fue cedida por el Perú en 1922 por razones estratégicas, lo que históricamente generó tensiones.
Función de la comisión fronteriza
Sobre la propuesta de Petro de convocar a la comisión de inspección fronteriza, Arévalo explicó que su función es técnica —mantenimiento de hitos y limpieza de maleza— y no incluye renegociar tratados. Por ello, el Perú no tiene previsto discutir la soberanía de la isla.
El especialista advirtió que, aunque Colombia intentara llevar el caso a la Corte Internacional de Justicia, el proceso sería largo, costoso y, desde su punto de vista, con resultados desfavorables para Bogotá.